Una mañana de final de primavera, caminando por los campos de frutales en el Bolsón. Las formas voluptuosas de las peras y las manzanas y los perfumes despiertan los sentidos. Esta idea es la madre de estas piezas que llevan la impronta orgánica de estas frutas en bandejas de alpaca y cuernos de chivo marrón y negro.